Un grave caso de maltrato animal encendió la luz de alerta en Neuquén. Patricia, una vecina que recibió las fotos de un perro pitbull brutalmente lesionado, denunció el hecho tras constatar de veracidad del caso. Desesperada al ver que la cuidadora no estaba en condiciones de proteger al animal, la mujer pidió ayuda para resguardar a la mascota.
“Una ex alumna subió la foto del perrito con los ojos muy lastimado. Conseguí el número de la dueña y le pregunté si le habían dado alguna medicación y si lo habían llevado al veterinario. Me dijo que no, que vivían en el Parque Industrial, atrás de Zanón y Cliba, y que no tenían medios de movilidad para llevarlo a algún lugar para atenderlo”, contó Patricia en diálogo con LMNeuquén.
“Cuando fui a retirar a mis perros del veterinario, le consulté por el caso. Me dio Tramadol y yo se lo llevé a la tarde. Llegar al lugar fue difícil, las calles no están señalizadas, es un barrio muy precario”, comentó Patricia.
Cuando dio con el perro y su dueña, no solo se encontró con la tremenda herida alrededor de los ojos, sino también con las notorias cicatrices de dos ataques con un hacha en el lomo y cerca de la cola. “Cuando vi eso casi me muero. Además tenía otras heridas con arma blanca”, exclamó indignada Patricia, para luego remarcar que, pese a ser un pitbull, “el perro es un dulce de leche, re tranquilo”.

Ante la consulta de quién podría haber sido el agresor, la cuidadora conjeturó que podría haber sido alguno de sus vecinos del fondo de su casa, ya que en ocasiones el perro suele pasar a los patios de las viviendas linderas. Sin embargo, no lo pudo confirmar, posiblemente por miedo a algún tipo de represalia.
“Le dije que me preocupaba mucho la situación porque tiene otros animales. Pero ella no tenía mucha reacción. Yo hablaba con ella y no se daba cuenta los derechos que tiene el animal y ella misma, como ciudadana”, planteó Patricia.
«La tenencia no responsable termina en la victimización del animal», advirtió, luego al dar cuenta de su angustia ante la situación. «Llamé al 147 y me pidieron el nombre del agresor, pero yo no lo sabía», manifestó con preocupación.

En cuanto al estado del perro, Patricia dijo que de momento no perdió la visión. «Le hice una prueba, moviendo mis manos y me siguió el movimiento con la mirada», dijo, sin desestimar la gravedad de las heridas y la posibilidad de una infección.
«Yo en ese momento no pude llevarlo al veterinario porque tenía que ir a trabajar, pero podría ir a buscarlo y llevarlo. Ese no sería el problema, en principio. Conozco un grupo de gente rescatistas, sensible con la temática y si tengo que pedir una colaboración, lo puedo hacer. Ya hemos hecho cosas así con otros perros de la calle. Lo que me preocupa es que el perro siga viviendo ahí porque va a volver a pasar», advirtió.
La intervención del Municipio
Con el pedido de ayuda de Patricia el caso no tardó en llegar a los oídos de subsecretaria de Ciudad Saludable, Andrea Ferracioli, quien enseguida se puso a disposición para intervenir en el caso.

Tras ponerse en contacto con Patricia y asesorarla en cuanto a cómo concretar la denuncia, Ferracioli se comunicó con Unidad Fiscal de Derechos Ambientales y Leyes Especiales y, por otro lado, con la cuidadora del pitbull para ver la forma de atender y poner a resguardo al animal.
«Me contaron que el perro apareció así el viernes a la noche y que no pudieron darle la asistencia correspondiente», dijo la funcionaria. Acto seguido, precisó que el pitbull fue puesto a disposición de Bienestar Animal «en forma voluntaria» por parte de la familia, quien en todo momento se mostró preocupada por el estado de salud del can.
La intervención veterinaria fue inmediata. «Presentaba heridas cortopunzantes alrededor de los ojos, arriba del párpado, en la frente. No sé sabe con qué se las hicieron, son varias las heridas. La visión, por ahora, está bien. Igual vamos a seguir evaluándolo», indicó la subsecreataria.

«Nosotros no hacemos intervención veterinaria, aquí asistimos por la gravedad del caso, porque es un caso de crueldad. Y pedimos previamente autorización a la justicia», recalcó.
«El perro es un pitbull, pero es un santo, es buenísimo», remarcó Ferracioli antes de señalar que, una vez recuperado, el can volverá con sus cuidadores. «El animal se va a quedar acá hasta que se recupere. Lo vamos a entregar castrado -porque está sin castrar- y registrado en el padrón de canes», dijo y resaltó que la entrega se concretará bajo la condición de que la familia termine de cerrar su terreno para que el animal no pueda salir ni irse a las viviendas vecinas. «Por otro lado, está la denuncia en fiscalía, con la investigación correspondiente», agregó.
Fuente LM Neuquén