El fiscal del juicio por el crimen de Roberto Sabo, el kiosquero que fue asesinado a balazos en noviembre pasado durante un robo en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, pidió este jueves que el acusado sea condenado a prisión perpetua, al asegurar que no existió un forcejeo entre la víctima y el homicida y que éste «ejecutó» al comerciante de cuatro disparos.
En su alegato, el fiscal Sergio Alejandro Antín solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Matanza que condene a Leandro Suárez (29) por los delitos de «homicidio calificado con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra».
De esta manera, Antín rechazó la hipótesis del forcejeo planteado por el acusado, al asegurar de manera contundente que Suárez «efectuó cuatro disparos contra la víctima, dos que impactaron en el rostro y dos en el tórax. Todos fueron a corta distancia, de forma descendente, casi a modo de ejecución».
El pedido del fiscal coincidió con lo solicitado por la querella representada por los abogados Humberto Próspero y Juan Triverio, quienes también dijeron que en el juicio quedó acreditado que el kiosquero no se resistió al robo y reclamaron que se condene a Suárez por el mismo delito y que se lo declare reincidente.

Triverio consideró que Suárez actuó con un «desprecio total y absoluto por la vida humana» y pidió que se lo condene a «reclusión perpetua por tiempo indeterminado».
Por su parte, la defensa del acusado solicitó una condena de 15 años de cárcel por «homicidio en ocasión de robo».
Tras los alegatos, al pronunciar sus «últimas palabras», el acusado reiteró que no tuvo intenciones de matar a Sabo y le pidió perdón a sus familiares.
«Le quiero pedir disculpas a la familia, no fue mi intención, no lo quería matar pero todo se tiene que pagar. Muchas cosas se hablaron que no son así, por los gestos que hice a la prensa, y me quieren hacer ver cómo un asesino a sangre fría. Vine a dar la cara porque no fue como dicen, me hago cargo, pero fue un forcejeo», manifestó Suárez.
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Luego, el TOC 2 decidió pasar a un cuarto intermedio hasta las 14 del próximo martes cuando realizará una audiencia virtual en la que dará a conocer su veredicto y eventual sentencia.
Al concluir la audiencia, Pedro Sabo, el padre de la víctima, dijo a Télam que «por ahora estoy conforme con los jueces y los fiscales, aparentemente le van a dar perpetua, todos pidieron eso. El no puede pedir disculpas, decir que no tenía intención de matar es imposible. Entró con dos revólveres, era toda la intención de matar, de hacer cualquier cosa, no le importa su vida ni la ajena».
«Mi hijo era muy querido, lo que pasa es que nosotros empezamos hace 40 años en la cuadra con el kiosco, somos tercera generación de kiosqueros y nos conoce todo el mundo, aparentemente lo apreciaban mucho por las repercusiones que tuvo incluso de varias partes del mundo», agregó Pedro.
A su lado, Nicolás, uno de los hijos de la víctima, manifestó a Télam que el juicio «fue durísimo, muy doloroso».

«Son cosas a las que uno nunca quiere llegar, en el sentido que hubiéramos deseado que nada de esto hubiera pasado, obviamente. Cuando nos preguntan cómo hacemos para seguir adelante, a veces diría no sé, pero creo que son algunas de las enseñanzas que dejó mi viejo. Mi padre alguna vez dijo que una muerte no puede detener tu vida, por más dura que sea. Intento a veces aferrarme a eso. En la excelente persona que era mi viejo», afirmó, con muestras de dolor.
«Lo lloro todos los días, lo lloro siempre y lo voy a llorar hasta que me muera pero siempre me voy a acordar de algo lindo de el», expresó el joven.
El crimen
Según la elevación a juicio presentada por el fiscal de primera instancia, Federico Medone, el crimen de Sabo fue cometido en el marco de un raid criminal que se inició el 7 de noviembre de 2021, cuando el acusado y la chica que lo acompañaba fueron hasta una agencia de remises de Ciudadela y pidieron viajar hasta Ramos Mejía.

Ambos fueron llevados por el conductor de un remís Ford Focus negro hacia esa zona, donde Suárez pidió detenerse unos minutos en un kiosco ubicado en avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de Ramos Mejía.
Allí se bajó solo e ingresó al kiosco «Drugstore Pato» armado con «una pistola semiautomática 7,65 mm con numeración suprimida y cargada con al menos un cartucho, y con un revólver calibre .22», de acuerdo a la pesquisa.
Una vez adentro del comercio, intimidó con esas armas a Sabo, se apoderó de 10.000 pesos producto de las ventas y disparó cuatro balazos al kiosquero, dos de ellos con orificio de salida, quien murió casi en el acto, según la acusación.
Al salir del kiosco, el asaltante intimidó con armas al remisero que lo había llevado hasta el lugar y le robó 6.000 pesos de la recaudación, el teléfono celular y el auto, en el que huyó con la adolescente.
En la huida, el Focus chocó contra un árbol, momento en que los dos tripulantes se bajaron e ingresaron a un supermercado con intenciones de simular ser clientes y aprovechar para cambiarse las ropas y así tratar de evitar ser identificados.
Tras ello, y siempre bajo amenazas con armas, robaron la moto y pertenencias a un delivery, hasta que finalmente fueron detenidos en avenida de Mayo y Rivadavia, de Ramos Mejía, durante un operativo policial.
Fuente Agencia Télam