Desde que era muy chica Belén Portillo supo que iba a ser artista, y desde que conoció el mundo de la pintura supo que ese sería su camino. Lo que no imaginaba era que a sus 28 años viviría una experiencia inolvidable cuando se presentó la oportunidad de regalarle una de sus obras a Emiliano Dibu Martínez.
Cuando dio las primeras pinceladas en diciembre de 2022 soñaba con que algún día el cuadro llegara a sus manos, pero lo veía como algo imposible. Durante dos meses avanzó en cada momento que tuvo libre después de volver del trabajo, y cuando terminó la obra le puso como título “Abrazo eterno”, porque resume un icónico momento junto a Lionel Messi.
La vida le dio revancha y un domingo por la tarde recibió una foto que tuvo que mirar varias veces para caer en al cuenta de que era real: nada más y nada menos que el arquero marplatense sosteniendo el óleo que pintó.
Cuando tenía 11 una maestra de plástica le dijo que percibía un talento en ella para el arte, y le recomendó que estudiara en la escuela Lola Mora de Villa Lugano. Sus palabras fueron como un mantra que la trajo hasta el presente, donde se desempeña como profesora de artes visuales, docente de primaria, secundaria y jardín de infantes, y aerografista.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/LKGCHJCZERG2NOKQG4QTAZLH5I.jpg)
“Empecé de abajo, y sé que el esfuerzo da sus frutos de a poco, por eso siento que la lucha de Dibu me representa y a muchísimas personas más, porque él es un ejemplo de no bajar los brazos”, sostiene la joven en diálogo con Infobae.
Oriunda de Ingeniero Budge, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, cuenta que la inspiración surgió mientras veía los cuartos de final del Mundial. La Selección Argentina se enfrentó a Países Bajos, hubo empate y una definición por penales que generó gran nerviosismo.
“En un momento todos se fueron para un lado y Messi se fue a donde estaba tirado el Dibu en el piso y cuando vi esa imagen me emocionó mucho y pensé: ‘Lo tengo que hacer’”, recuerda. Se motivó aún más cuando subió a sus historias de Instagram -@aerobrush_belen- un resumen del avance de la pintura en pleno proceso y en el listado de personas que vieron esa storie estaba Martínez.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/IDSNNLCZVJCSBOV6KZT36B5DUM.jpg)
“No lo podía creer, porque lo etiqueté y lo vio, y le escribí enseguida que me encantaría regalárselo, pero nunca recibí respuesta”, relata. Como tenía mucha carga horaria como profesora de plástica, los tiempos eran acotados para dedicarse de lleno a la obra, y el único momento donde podía dedicarse a avanzar era a la noche.
“Lo hice en óleo sobre un papel de 250 gramos de 50 centímetros por 70; es bastante grande, y me llevó tiempo terminarlo, hasta que cuando supe que iban a venir para jugar los amistosos, sabía que era una buena ocasión para intentar que lo vea”, explica. Buscó en las redes sociales algunos clubes de fans del arquero, y les contó su sueño.
“Una chica de Tucumán me dijo que había un amigo de Dibu que se llama Ale que podía ayudarme, que lo contactara y le dijera que me gustaría hacerle llegar el cuadro, y un sábado le mandé un mensaje”, narra sobre el inicio de la odisea que se desató cuando el muchacho le contestó. “Me dijo que sí, que podíamos arreglar un punto encuentro, y tenía que ser antes del martes, así que me organicé y hablé con un remisero, hermano de mi cuñada, y él me llevó”, relata.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/FMS5GFULTBCCNEQOSWDKXABP6Q.jpg)
Además de la obra agregó una carta escrita a mano para expresarle su admiración y la profunda gratitud que sentía por la alegría que vivieron tanto a ella como a su familia cuando ocurrió el glorioso triunfo de los campeones del mundo.
“Cuando estamos llegando se rompió el auto, pero por suerte estábamos a tres cuadras; empezó a hacer un ruido raro, y aunque después se pudo solucionar el problema, íbamos rezando para después poder volver”, relata entre el humor y la desesperación que la invadió en esos minutos. No tiene dudas de que “valió 100% la pena”, pero en ese momento tenía dudas de entregar el cuadro, y la atormentaba la idea de que no llegara a las manos del Dibu, y más aún al tratarse de una situación que surgió en las redes sociales.
“Me daba cosa dejarle algo que me costó tanto hacer y depositar toda esa confianza, pero por suerte di con las personas indicadas y se pudo; aunque me hubiera encantado conocerlo personalmente, pero sé que eso ya es más difícil aún”, reflexiona.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/QGD3QHVSPNFKPEJHQYIRZ2A2TM.jpg)
Cinco días después llegó la confirmación con la foto que se viralizó, que habla por si sola, donde Martínez observa con detenimiento el regalo y aprecia cada detalle. “Mis viejos siempre fueron de luchar en todo, me dieron una crianza donde me enseñaron los valores, y vieron como de a poco me fui armando mi carrera, y siento que ellos están muy orgullosos e impactados por esto que me pasó, que es una prueba que de poquito todo va dando sus frutos”, remarca.
Explica que cuando empezó a animarse a dejar fluir su vocación fue más bien como hobby, porque le pesaba la frase “del arte no se puede vivir”, y le costaba ponerle un valor monetario a un cuadro. “Sentía que por el esfuerzo y el detalle que conlleva nunca me lo iban a querer pagar al precio que correspondería, pero después entendí que tenía que empezar a cobrar mi trabajo; y veía que a la gente le gustaba; que querían comprarme cuadros, y me fui perfeccionando”, expresa.
“A raíz de lo importante que fue mi maestra como una referente en mi vida, a mis alumnos siempre les muestro mis trabajos, los incentivo a seguir lo que les gusta, porque así como hay mucha gente que te tira abajo, muchos sí te van a apoyar y valorar lo que ames hacer”, enfatiza. Define el momento que comienza una nueva obra como “una terapia”, y “viajar a otro mundo”, mientras que actualmente trabaja en una representación de Messi con la copa dorada.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/VRVXHPZPCBAX5H2ZMW5WKNSUAI.jpg)
“Realmente disfruto lo que hago, no es por obligación, y obviamente mis dibujos actuales no tienen nada que ver con lo que hacía diez años atrás, siento que fui evolucionando y por eso este es un logro muy importante para mí, donde me identifico mucho con él en que es un día a día, que uno va creciendo y la gente no siempre lo va a notar o va empatizar con tus metas”, asegura.
Cada vez que puede se suma a las iniciativas de N.N Arte Urbano, un grupo de artistas muralistas con los vivió otros momentos mágicos, como pintar el primer mural de Diego Maradona en Puente La Noria. “Es muy difícil pintar rostros en murales, realmente es un desafío, pero también hay que arriesgarse, y perder el miedo a intentar, tal como hicieron en cada partido, y además, ¡tenemos al mejor arquero del mundo!”, remata Belén, desbordada de felicidad por haber cumplido un sueño impensado.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/3TC3XHQNFBFUFNMAOQA6YGSTTM.jpg)
Fuente Infobae