En una audiencia realizada este viernes 23 de junio, la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos del Centro Judicial Concepción, a cargo de Héctor Fabián Assad, solicitó la extensión de la prisión preventiva que viene cumpliendo un sujeto identificado como “Mocho”, detenido desde octubre del año pasado cuando fue imputado por un violento asalto cometido contra un grupo de adolescentes a quienes atacó con un machete para robarles un celular, en el barrio Escaba de Juan Bautista Alberdi. Además de este hecho, se encuentra acusado por amenazar a la familia de una de las menores que lo habían denunciado.
La calificación legal que se le atribuye es por los delitos de Robo agravado por uso de armas en grado de autor, en concurso real con el delito de amenazas.
La auxiliar de fiscal, Emilse Guevara, se refirió a las características del hecho y la necesidad de que el imputado permanezca privado de la libertad mientras se espera el inicio del juicio en su contra. “Se trata de un hecho extremadamente violento que ocurrió en plena calle. Eligió como blancos de su accionar delictivo a un grupo de cinco menores de edad, de entre 13 y 14 años, a quienes amenazó primero con un machete para después lesionar a algunos de ellos, aprovechándose de su estado de indefensión”, indicó el representante del MPF. Asimismo, señaló que el imputado podría enfrentar una condena de hasta 10 años de cárcel y que además el mismo tenía antecedentes en otras causas que se habían resuelto con salidas alternativas.
”Lejos de adecuar su comportamiento a la ley, siguió con su actitud cometiendo delitos”, concluyó la investigadora, que pidió la extensión de la medida cautelar por el plazo de dos meses. El juez interviniente, en su resolución, hizo lugar al requerimiento fiscal, por lo que el procesado permanecerá encerrado.
El caso
El violento episodio ocurrió el 15 de octubre de 2022, alrededor de las 19 horas, en el barrio Escaba de la ciudad de Juan Bautista Alberdi. El acusado iba en una motocicleta cuando en la esquina de calles Cabildo y Congreso, divisó que en un grupo de cinco menores (tres mujeres y dos varones de entre 13 y 14 años) jugaban en la calle. Una de las adolescentes tenía un celular en su mano y se estaba sacando fotos cuando el delincuente se bajó del rodado y sacó un machete con el cual la amenazó apoyando el mismo en el estómago de la víctima a quien le exigió la entrega del teléfono. En esas circunstancias se inició un forcejeo con las otras dos chicas, a quienes atacó con el arma blanca provocándoles heridas cortantes para luego darse a la fuga con el celular.
Seis días después, en horas de la madrugada, el imputado se hizo presente en el frente de la casa de una de las menores víctimas gritando que iba a matar a todo aquel que lo haya denunciado.
